miércoles, 28 de diciembre de 2011

ArteVida


Escribir siempre ha sido una de las cosas que más amo hacer en esta vida, escribir llena mi alma, mi espíritu y esos objetivos solo son alcanzados por el arte, porque en mi vida, el arte ocupa un espacio muy importante, es mi forma de expresión, es mi libertad y mi placer más innato. El arte me acompaña desde que tengo memoria y hace que me sienta elevada, en lo más infinito del cielo y al mismo tiempo muy cercana a la tierra, el arte nos permite despertar y ha permitido que pueda darme cuenta de muchas cosas, ¡Pero de tantas cosas! Debo admitir que gracias al arte soy la persona que hoy soy, gracias al arte he logrado superación personal y por sobre todo, he aprendido de la vida, porque considero que cada día el arte se presenta en todos nosotros, cuando somos creativos, cuando queremos innovar, cuando decidimos caminar por donde nunca hemos ido, cuando sonreímos a quién no conocemos, cuando comprendemos al que nos acompaña, cuando amamos, cuando miramos al cielo y nos sentimos dichosos y agradecidos por cada momento en nuestras vidas; porque todos tenemos algo de arte en nuestros corazones, porque todos somos dueños de sensibilidad y solo la sensibilidad permite expresión, el arte es pura expresión.

PD: Con esto cierro mi blog hecho solamente para mi profesora Claudia >.< y bueno para aquel que sin querer pudiese caer a este sitio y se interese en leer. Como ya he dicho, amo escribir, y por ende el cierre de este blog no significa dejar de hacerlo, pues tengo otro blog donde siempre he publicado y lo seguiré haciendo mientras la tecnología siga viva y seguiré escribiendo hasta que ya no quede lápiz ni papel alguno, pero jamás me cansare de crear historias en mi mente y reflexionar, eso es algo que creo nunca dejaré de hacer, porque aunque no lo pueda plasmar en una hoja o aunque no lo pueda dar a conocer a los demás, lo puedo guardar en mi mente y mi alma, y si alguien necesita una palabra, espero siempre poder ayudar. El ramo promoción y prevención en salud ha sido de mi agrado, me gustó mucho la idea de que TODOS hayan tenido que escribir en un blog, escribir hace bien, yo no sé si lo hago bien o lo hago mal, sólo sé que cuando escribo soy feliz, esa es la simple razón por la que no dejaré de hacerlo y es genial que todos mis compañeros hayan pasado por un lapso de preguntarse “¿Qué puedo escribir?” porque espero que se hayan dado cuenta que lo mejor que han escrito es quizás aquello en lo que no se hicieron esa pregunta, más bien lo que nació del alma sin control de la razón, espero que para ellos esta haya sido una experiencia agradable y si dejan de escribir porque no les gusta, está bien, de hecho ¡perfecto! Porque es una decisión, solo espero que nunca dejen de reflexionar y de simplemente SENTIR, que eso es arte también :D … Gracias profe Claudia por el espacio y por el respeto al arte de escribir, ¡sin importar lo que se escriba!

Sorpresitas


Anoche me sorprendí mucho, pues en el cielo vi algo maravilloso, algo completamente puro y sencillo, algo que produce sensaciones y que me hace sentir profundamente conectada con su presencia… era la Luna, tan simple, tan bella, tan ella. Siempre que la veo, me sorprendo como si nunca hubiese visto cosa parecida, y es que su presencia me hace sentir agradecida, protegida, comprendida y llena de amor. La luna, siempre ahí, siempre observando y siempre tan callada, ¡pero con tantas cosas que decir! … La luna brilla sólo por ser quién es, y nos acompaña en aquellos momentos en que todo parece ser sólo oscuridad, nos ilumina y nos da una señal, la señal de que todo estará bien, la señal de que siempre hay una luz, una luz que no se apaga y que solo espera ser descubierta, que sólo espera poder entrar en la vida de todos, ser recibida por todos. La luna nos sigue dónde quiera que vayamos, o quizás somos nosotros quienes seguimos su sendero, porque las cosas buenas siempre están presentes, siempre mostrándose en algún lugar de la oscuridad y debemos mirar hacia arriba y no hacia abajo para poder encontrar lo que aún nos ilumina, las respuestas que estamos esperando.

Cosillas simples.


El otro día iba con mi hermana caminando por la calle, comencé a caminar con los ojos cerrados, era como un juego, ella me decía si seguir o no caminando o si debía cambiar mi dirección, yo aguantaba un momento pero luego sentía la necesidad de abrir los ojos y ver si había algo con que pudiese chocar. De inmediato lo vinculamos con lo que es la vida, primero pensamos “es una cosa de confianza” nos hace falta confianza para caminar en este mundo, confianza en nosotros mismos y quizás confianza en que si las cosas son buenas o malas debemos aceptarlas de la misma manera; caminamos a diario con los ojos cerrados, guiados quizás por una voz invisible que nos dice si continuar, si parar o si cambiar de camino, si esquivar, subir o bajar. Pero aun así, aun escuchando aquella voz, la ignoramos y sentimos miedo por no saber lo que vendrá, caminamos y paramos de golpe y con temor porque pensamos que justo ahí hay algo, algo con lo que podemos chocar y resulta que si abrimos los ojos nos damos cuenta que no había nada. ¡Nada! Pero la sensación de que había algo que interrumpía nuestro camino era tan real, en vez de arriesgarnos y darnos cuenta que no había nada, decidimos parar, estancarnos y seguimos perdiendo confianza. A veces incluso primero miramos todo el camino que recorreremos, vemos que no hay nada que pueda hacernos caer, pero cerramos los ojos y nuevamente perdemos la confianza, juramos que hay algo. Es increíble pero si cierras los ojos, te detienes cuando no hay nada que debe detenerte, piensas que está lleno de cosas malas cuando en realidad no hay nada malo, pero sin embargo, el agujero no lo percibes, te detienes cuando no hay nada y caes cuando pensabas que ibas bien, porque las cosas buenas hacen sombras, sombras que te confunden, el agujero en cambio no hace sombra alguna, no se percibe y caes… pero si eso ocurre, debemos recordar que había una voz que nos acompañaba, debemos pedirle ayuda y ella puede ir por más ayuda, porque seguramente esa voz te aviso que había un hoyo, que te podías caer, pero tú no hiciste caso, porque te sentías el dueño del mundo, siempre recuerda que cuando estamos en la cima, podemos volver a caer, solo recuerda tener la humildad suficiente para pedir ayuda y la voluntad necesaria para volver a pararte, hacer caso a tu intuición y seguir por el sendero de la vida, pero esta vez, ojala con los ojos abiertos, observando, despiertos, conscientes, percibiendo y sintiendo.

martes, 13 de diciembre de 2011

Vive AHORA... no ayer.


Toma solo lo que necesites y continua tu viaje, el pasado te hizo quien eres pero ya no lo necesitas, solo es una carga pesada que te puede cansar mucho más en tu recorrido, la carga debe ser ligera, solo lo necesario, ¡solo el ahora!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Prisioneros en detalles...


El pasado viernes, cuando me iba de Puerto Montt a Osorno, en el terminal había un viejito que por alguna razón llamo mi atención y me puse a observar; él estaba esperando un minibús, cuando el minibús llegó, el viejito se mantuvo aún sentado en una pequeña vereda que quedaba frente al minibús, luego de un rato decidió subirse, el conductor le hizo una señal de “vaya atrás”, el viejito, con la puerta de adelante abierta, fue y se subió por la puerta de atrás pero comenzó a avanzar hacia adelante, se quería sentar adelante, ¡Era su decisión! Pero el conductor le quito libertad e insistió, se subió y le dijo: ¡Atrás! Siéntese atrás.

El caballero, lento como caminaba, se fue y se sentó en el último asiento. ¿Por qué? Quizás andaba hediondo, pero solo se veía como un viejito de campo que andaba con su bolsito, su bastón y ganas de una buena conversación, lo cual se notaba en su mirada; quizás si yo fuese pasajera me habría molestado su olor, pero existen las ventanas e incluso yo misma me habría encontrado patéticamente superficial.

Iban tres pasajeros, más él daba un total de cuatro, probablemente esta cifra aumentaría más adelante pero así partió el minibús y dudo que se haya llenado pues eran las 8 de la mañana y casi no andaba gente.

¿Cómo gente que nace libre puede lograr seguir siéndolo? Si está inserta aquí, entre nosotros, gente patéticamente estructurada que supuestamente se sienten mejores cuando siguen normas, leyes y que son felices interviniendo en la felicidad de otro, ¡En sus propias decisiones!

¿Dónde estás libertad? Porque por más que intente buscar gente que lo sea, siempre encuentro algún detalle se los impide, que los hace dependientes casi siempre de la sociedad. Creo que debo encontrar a aquel mendigo o vagabundo que lo sea por decisión propia, pues él es el único que no trabaja para el sistema, al sistema no le interesa ($$$) su existencia, quizás él pueda darme respuestas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Somos iguales.


Iba en el bus de Osorno a Puerto Montt, delante de mí iban dos señoras, no las observe al subir, me senté tranquilamente en mi asiento y me fui mirando por la ventana, como siempre lo hago. Entonces no puedo evitar que las palabras de aquellas mujeres llamarán mi atención, siempre tiendo a escuchar y observar más de lo que hablo, no es por copuchenta, prefiero llamarlo curiosidad, pues siempre algo rescato de las cosas que escucho o veo, siempre intento aprender algo. El punto es que alcance a escuchar cierta historia donde un segmento llamó mucho mi atención:

_ ¿y era feito?

_ Si po’, si era un indio nomás, negro y feo.

De inmediato mi cabeza se movió negativamente, sin comprender porque la gente tiene este tipo de conductas. ¿Por qué?

Entonces una de estas señoras se levanta para ir al baño, y era morena, ¡morena! No es que un gringo tenga más derecho a decir esas pelotudeces, pero… ¿por qué renegamos de lo que somos? Si al fin y al cabo somos todos hijos de la tierra, somos todos tan iguales, “Era un INDIO NOMÁS” ¿Nomás? Como si ser indio fuera poca cosa, y además ¿que nos hace pensar que en nuestros genes no está el ser indios?, ¡Y es un orgullo! Todos tenemos algún antepasado indígena, si en algún momento todos lo fueron. No entiendo porque se habla de indígenas como si fueran insignificantes, con discriminación, si la única manera de conectarnos nuevamente con el alma de la tierra es volviendo a nuestras raíces, volviendo a ser nuevamente indígenas. Me molesta demasiado el racismo, el racismo y la guerra son dos caminos ideales para la autodestrucción humana. Detesto que la gente se sienta con supremacía por sobre los demás, detesto la falta de conciencia al no entender que todos merecemos respeto, que tanto ricos y pobres, blancos y negros, merecen el mismo trato. Es algo tan simple de entender, quitémonos las ropas y somos iguales, es más, quitémonos también la piel o quedémonos solo con los huesos, y somos más iguales aún… ¡Hechos de lo mismo! Lo único que podría diferenciarnos es la mentalidad y capacidades de cada uno, ¿pero acaso por ser diferentes en ello merecemos menos respeto? ¡No! Porque como una vez dijo un amigo, si queremos cambiar este puto mundo, empecemos a tratar a todos con el mismo respeto y los mismos derechos, y eso incluye al perro que siempre se sienta afuera de tu casa… Sí, yo también opino que cuando seamos capaces de humildemente darnos cuenta que hasta un perro es igual a nosotros, entonces vamos por un camino correcto. Es mi opinión, no pido que la compartan, sólo que la acepten, porque al fin y al cabo, eso es el respeto.